Contractura muscular: Todo sobre ellas y el tratamiento
Aquellas veces que moviste alguna parte de tu cuerpo y sentiste dolor, sin haberte hecho algún daño en esa zona, y que no tienen explicación aparente, es probable que padecieras de una contractura muscular, la contractura muscular es la contracción persistente e involuntaria de un músculo.
La consecuencia de algún movimiento brusco
Las contracturas musculares son comunes y no suelen ser graves
Puede presentarse como consecuencia de algún movimiento brusco donde el músculo por no haber estado “preparado” o débil se contrae constantemente causando dolor o incomodidad.
Por ejemplo durante las horas en el gimnasio cuando cogemos más peso del debido o cuando sin coger tanto peso, realizamos un esfuerzo constante por largos periodos de tiempo, como es el caso de una mala postura en la bici de spinning.
Pero no te asustes las contracturas musculares son comunes y no suelen ser graves, hay muchas técnicas de entrenamiento físico que te ayudan a evitar una contractura muscular, el calentamiento previo a alguna actividad física es indispensable para la prevención de desgarraduras musculares y contracturas.
Sabrás que tienes una contractura muscular, cuando repites el movimiento que ocasionó la contractura muscular y te vuelve a causar el mismo dolor, pero también puedes ubicar a ese músculo que constantemente se esta contrayendo, este músculo contraído se manifiesta como un abultamiento en la zona.
¿Por qué aparecen las contracturas musculares?
Las contracturas musculares pueden aparecer de 2 maneras:
Exigiéndole al músculo un esfuerzo superior al que está capacitado:
La primera, la más común es exigiéndole al músculo un esfuerzo superior al que está capacitado, ya sea puntual e intenso como es el caso de las lesiones por esfuerzo repetitivo o bien, por un esfuerzo mantenido pero no tan fuerte, por ejemplo las Posturas estáticas que hacen que el músculo esté en la misma posición por más tiempo del adecuado. Esto genera en el músculo una fatiga por soportar cargas inadecuadamente.
Contractura muscular por debilidad del musculo:
Y la segunda que es cuando el músculo está débil y no tiene la fuerza requerida para llevar a cabo trabajos que tiene que realizar. Este caso es típico de la contractura muscular en la espalda, de los músculos paravertebrales de una región específica, debido a una escoliosis, ya que un lado de la musculatura se atrofia lo que provoca una asimetría de cargas y pesos para el otro lado de la espalda.
El sedentarismo y el estrés:
También por el sedentarismo ya que los músculos no están en condiciones óptimas de salud por lo que las contracturas son más susceptibles ante cualquier esfuerzo. Otra de las causas comunes de las contracturas es el estrés, ya que esta emoción libera elementos químicos que llevan a la contracción involuntaria y sostenida del músculo.
Los tipos de contractura muscular
Existen dos tipos de contracturas musculares:
La irrigacion no alcanza para surtir cada arteriola
Mientras realizas un esfuerzo o ejercicio físico, estas son contracturas que se producen por el acúmulo de desechos metabólicos dentro de la fibra muscular. Es decir, cuando realizas un movimiento repentino, o un sobresfuerzo fisico ya sea instantaneo o continuo, la irrigacion no alcanza para surtir cada arteriola, por que no estan preparados para trabajar tan rapidamente.
Es decir la irrigación es insuficiente tanto en número como en caudal transportante, ambos con la función de limpiar las fibras musculares de los desechos tóxicos que se producen en el proceso metabólico originado para satisfacer la demanda de energía que requiere el movimiento, razón por la cual el calentamiento previo al ejercicio es tan importante, así estaríamos poniendo al cuerpo en preaviso de que vamos a realizar un ejercicio físico y le estamos preparando para enfrentarse a él, sin que le pille indefenso y poco preparado.
El segundo tipo de contractura muscular es aquella que aparece después del ejercicio físico, por lo general provocada porque alguna de las fibras musculares ha sido distendida o sometida a un trabajo excesivo, causando lesiones y dolor.
Cuando acudir al medico
Debes acudir al medico si:
- La contractura muscular ha sido aguda y el dolor impide el movimiento.
- A la semana no cede el dolor.
- Se sienten otras sensaciones como pinchazos, hormigueo, adormecimiento o descarga eléctrica.
No es conveniente que te hagas masajes en la región que sean inapropiados, así como el tomar fármacos aconsejados por amigos, lo mejor es ir al médico o al fisioterapeuta para que vea de qué tipo de contractura muscular se trata y cuál es el mejor método para su tratamiento.
Los tratamientos para la contractura muscular
Entre los tratamientos a la hora de tratar una contractura muscular están los miorrelajantes y antiinflamatorios, ten en cuenta que ciertos fármacos logran relajar la musculatura y reducir la contracción pero ellos no actúan directamente sobre la contractura.
Muchos de estos medicamentos son fármacos de venta libre como la aspirina, ibuprofeno, acetaminofeno, paracetamol, diclofenac, naproxeno, etc. También están las cremas o geles que se pueden aplicar directamente sobre la zona, pero ten cuidado de no tener ninguna herida abierta y al haber realizado la aplicación evitar el contacto con los ojos, estos geles son muy irritantes en las mucosas.
Otro método es la Termoterapia esta se realiza con compresas calientes, bolsas de agua, bolsas químicas, envolturas calientes, etc. Son muy útiles por brindar un efecto relajante y analgésico en la zona.
Los masajes descontracturantes
El masaje provocará un aumento del flujo sanguíneo
No cabe duda de que los masajes llamados descontracturantes son una de las formas más eficaces para combatir este tipo de lesiones, pero ojo, estos masajes deben de darse por personal calificado, sino la contractura podría empeorar.
El masaje provocará un aumento del flujo sanguíneo que mejora la recuperación de tejidos y limpieza de metabolitos además de propiciar una relajación del músculo, reduciendo la tensión, y por tanto el dolor.
Los masajes actúan de dos maneras: en primer lugar evita que se formen adherencias en el foco inflamatorio, y puede eliminar las de formación reciente, y en segundo lugar, la fricción que proporciona el masaje aumenta como ya se mencionó anteriormente el flujo sanguíneo, lo que favorece y acelera la reparación de los tejidos.
Para concluir, algunas sugerencias
El estiramiento muscular y la actividad ligera en el agua son aconsejables tras la fase aguda de la contracción, la inmovilización de los músculos afectados en caso de que se requiera de un reposo absoluto cuando los músculos comprometidos tienen que ver con la deambulación como la espalda, y la cintura.
Por último le recomendamos que si en algún momento sufre una contractura muscular ya sea una contractura muscular en la espalda o una contractura cervical, visite un fisioterapeuta. El tratamiento dura dependiendo de la gravedad de la contractura.
- Realiza siempre un calentamiento previo al ejercicio minimo por unos 10 minutos.
- Estire correctamente después del ejercicio.
- Recuerde si hara algun tipo de ejercicio, mejor que se convierta en una rutina, es decir que sea un ejercicio continuo, asi evitara la aparición de alguna contractura.
- No mantengas una misma posición por mucho tiempo. Si tu trabajo te exige estar sentado o de pie toda la jornada.
- Acostumbre cada cinco a diez minutos de cada hora cambiar de posturas y hacer estiramientos ligeros.
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