¿Por qué nos lesionamos?
El Triatleta puede sufrir lesiones agudas y lesiones crónicas. Las lesiones agudas son fáciles de diagnosticar y son las que acontecen tanto en el ambito deportivo como en la actividad cotidiana. Las lesiones de tipo crónico, también llamadas lesiones por sobrecarga ó sobreutilización, son las lesiones propias del corredor de fondo. El maratoniano no realiza gestos violentos ni grandes amplitudes articulares, pero sí realiza una reiteración continua y constante del mismo gesto deportivo. Para hacernos una idea, un maratoniano que realice la prueba en un tiempo de 3 horas, va a impactar con sus pies sobre el suelo una media de 30.000 ocasiones, multiplicando entre 2 y 3 veces el peso de su cuerpo en cada impacto. Por lo tanto van a ser lesiones de origen mecánico, relacionadas con la estructura del corredor, con el entrenamiento que realiza y con el calzado deportivo que utiliza. El Triatleta además de correr, tiene que realizar el esfuerzo propio de la bicicleta y de la natación, que si bien son dos especialidades deportivas menos traumáticas que la carrera, también van a tener su patología singular. El 70% de los corredores sufren con cierta frecuencia alguna lesión:
- Distensiones músculo – tendinosas
- Esguinces de ligamentos
- Rupturas parciales ó totales
Habitualmente son lesiones leves, de poca importancia, pero a menudo recidivantes que suelen ser tratadas con remedios caseros por uno mismo ó por profesionales poco cualificados.
ESTADÍSTICA LESIONAL
- Pie y Pierna......................... 60%
- Rodilla................................... 29%
- Ingle...................................... 11%
CAUSAS MÁS FRECUENTES DE LESIÓN
ERRORES DE ENTRENAMIENTO
Las lesiones más frecuentes están relacionadas con la calidad y cantidad del entrenamiento.
- Al inicio del entrenamiento ó de un programa nuevo de entrenamiento
- Aumento drástico de la intensidad del entreno
- Accidentes microtraumáticos y/o lesiones musculotendinosas en corredores principiantes
- Exceso de entrenamiento por superficie dura
- Calzado inadecuado, no específico ó de baja calidad
- Falta de calentamiento y de estiramientos previos al entreno ó competición
- Falta de enfriamiento y de estiramientos posteriores al entreno ó competición
- Exceso de kilometraje
- Superficies inadecuadas y terrenos inestables con desniveles e inclinaciones
- Desgaste de la suela de la zapatilla ó deformación en exceso de la misma
- Salidas excesivamente rápidas en competición
- Competir con zapatillas nuevas
ALTERACIONES ESTRUCTURALES DEL APARATO LOCOMOTOR
Cualquier desequilibrio de alineación y/o de apoyos plantares va a condicionar de una forma importante, la aparición de sobrecargas y por lo tanto de lesión. Algunas de las alteraciones más frecuentes que suelen presentar los corredores son:
- Pie plano (ausencia de arco plantar, el pie apoya completamente en el suelo)
- Pie valgo o pronado (el pie se mete hacia el interior)
- Pie cavo (aumento del arco plantar, apoyo exclusivo de talón y antepié)
- Pie varo o supinado ( el talón se va hacia fuera)
- Genu valgo (piernas en “X”, las rodillas chocan entre sí)
- Genu Varo (piernas en ( ), arqueadas o de montar a caballo)
Por supuesto cualquier alteración de los pies va a tener una correspondencia o reflejo en estructuras anatómicas superiores como rodilla, cadera y columna vertebral; de ahí la importancia de conocer no solamente nuestro nivel de forma física, sino además nuestra propia estructura anatómica.
ALTERACIONES BIOMECÁNICAS
La mayoría de los corredores tenemos alguna alteración en nuestra forma de correr, dependiendo de lo grande que ésta sea, nos producirá mayor ó menor sobrecarga. Existen 3 grupos dentro de los cuáles nos encuadramos todos los corredores:
Pronador:
El corredor dirige el apoyo del pie hacia su parte interna, desgastando la zapatilla por su borde interno; suele ser un pie muy flexible o laxo a menudo confundido con un pie plano que suele transmitir lesiones compartimentales a nivel de la pierna, como la Periostitis Tibial.
El corredor dirige el apoyo del pie hacia su parte interna, desgastando la zapatilla por su borde interno; suele ser un pie muy flexible o laxo a menudo confundido con un pie plano que suele transmitir lesiones compartimentales a nivel de la pierna, como la Periostitis Tibial.
Supinador:
Es aquel corredor que apoya sobre la parte externa del antepie, normalmente va asociado a pie Cavo, es decir, pie con aumento del arco plantar. Suelen ocasionar sobrecargas a nivel de gemelo, talón, fascia plantar, etc. El desgaste de la suela discurre por el borde externo de la misma.
Es aquel corredor que apoya sobre la parte externa del antepie, normalmente va asociado a pie Cavo, es decir, pie con aumento del arco plantar. Suelen ocasionar sobrecargas a nivel de gemelo, talón, fascia plantar, etc. El desgaste de la suela discurre por el borde externo de la misma.
Prono – Supinador:
Es un pie complejo donde está implicada no sólo la articulación del tobillo, sino todas y cada una de las articulaciones del pie.
Es un pie complejo donde está implicada no sólo la articulación del tobillo, sino todas y cada una de las articulaciones del pie.
LESIONES DE LA PIEL
Otro tipo de lesiones menores, son las lesiones propias de la piel. El Triatleta realiza su actividad al aire libre por lo tanto va a estar sometido a las inclemencias climatológicas tanto de frío como de calor, además se va a mover en un medio húmedo debido a la actividad acuática y al sudor que el propio ejercicio ocasiona. La rapidez de la competición requiere pasar de un medio a otro con la mayor premura posible y a menudo las medidas higiénicas de secado del pie no pueden llevarse a cabo. Este ambiente de humedad va a favorecer la aparición de lesiones como:
- Ampollas
- Callos
- Micosis ( pie de atleta )
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