martes, 4 de marzo de 2014


 

TENDINOPATÍA AQUILEA - TRATAMIENTO TENDINITIS DEL AQUILES

El tendón de Aquiles tiene una forma redondeada, por lo que está diseñado principalmente para soportar grandes fuerzas tensionales, no posee vaina sinovial pero sí una capa de células ricamente vascularizada, que se origina en el músculo Tríceps Sural hasta su inserción en el Calcáneo. Con un trayecto descendente de sus fibras  a unos 2-7 cm de su inserción existe una zona pobremente vascularizada.
La tendinopatía de Aquiles, una de las patologías que puede sufrir este tendón, puede afectar a deportistas habituales, esporádicos e incluso personas inactivas. Normalmente suele darse en la parte central del tendón aunque también en la unión del tendón con el hueso.
No se trata normalmente de una patología inflamatoria sino degenerativa, una respuesta fallida ante una curación, produciéndose un engrosamiento y una estructura irregular del tendón, siendo la fuente del dolor una posible nueva neurovascularización dentro del tendón. No se sabe exactamente, de manera científica, cuál es la causa real del dolor, se cree que es una combinación de las causas mecánicas y bioquímicas. El dolor puede aparecer al ponernos de puntillas o saltar sobre esa pierna y duele la zona del tendón.
Existen factores intrísecos, propios de la persona, que pueden predisponer a padecer esta patología como son: hiper o hipopronación del pie, pie cavo o plano (problemas en la pisada), tibia vara, dismetría de MMII, desequilibrios musculares, disminución de la flexibilidad sobre todo de la cadena posterior, hiperlaxitud, hipomovilidad en alguna articulación: lumbares, pelvis, cadera, rodilla o tobillo, la edad, obesidad, nutrición-hidratación, medicación, hipertermia, procesos patológicos anteriores, factores metabólicos y endocrinos… Así como también factores extrínsecos, externos a la persona, como son: carga excesiva de actividad, la superficie donde se desarrolla la actividad, calzado, errores de entrenamiento, factores medioambientales…
El tratamiento conservador constaría de un programa de ejercicio excéntrico del tendón para aumentar la producción de colágeno aumentando la fuerza de tracción y la capacidad de absorber la carga; además de hacer desaparecer la neovascularización. Se acompañaría de una normalización de las tensiones musculares del Triceps Sural e isquiotibiales con diferentes técnicas manuales, mejorar el deslizamiento del tendón con fibrolisis diacutánea, US y Láser, crioterapia post-esfuerzo, estudio de la biomecánica de columna y MMII reequilibrando lo que fuera posible, un aumento de la flexibilidad de la cadena posterior con trabajo analítico articular y muscular y trabajo global con RPG/SGA y revisar las condiciones en las que se realiza la actividad física y/o laboral.
En Premiummadrid podemos abordar la Tendinopatía en su globalidad: para su prevención, tratamiento y curación, desde nuestros Entrenadores Personales que revisaran las condiciones de tu actividad física, nuestros fisioterapeutas que valoraran y tratarán tu lesión dándote pautas para la mejor y más rápida recuperación y nuestro Podólogo si fuera necesario corregir algún factor intrínseco relacionado con la morfología de los MMII y su biomecánica, realizando un estudio de la marcha.

miércoles, 26 de febrero de 2014

COMO MANEJA TU CEREBRO LA FATIGA MUSCULAR ??
como-maneja-tu-cerebro-la-fatiga-muscular-2Los deportistas y atletas de resistencia conocen esta sensación. Cuando salen a correr o con la bici durante un largo trayecto, los músculos comienzan a sentirse mucho más pesados a medida que llegas al límite marcado en tu entrenamiento. Aunque es normal que tus músculos se cansen más a medida que pasa el tiempo, a veces sientes como si tu cerebro te tratara de convencer de que no puedes ir más allá de la distancia que tenías pensada para el entrenamiento.
Investigadores de la Universidad de Zúrich han descubierto que hay un mecanismo de válvula de control en el cerebro que en realidad disminuye el rendimiento muscular y envía señales crecientes de fatiga a tu mente, como medida de protección de sobrecarga del cuerpo.
como-maneja-tu-cerebro-la-fatiga-muscular-1Tradicionalmente, la fatiga se consideraba una ruptura de la estabilidad bioquímica con la acumulación de ácido láctico o el agotamiento de glucógeno. Sin embargo, una investigación en los años 80 mostró que esta ruptura no siempre ocurre y que los atletas eran todavía capaces de seguir adelante al final de una carrera a pesar de que deberían estar agotados físicamente.
Después apareció una nueva teoría del cerebro como “ordenador central”. Como si fuera una luz de avería del coche, el cerebro calcula el tiempo de agotamiento físico total basado en el ritmo y la realimentación de señales del cuerpo. Cuando siente que no llegarás a la meta marcada, comienza a disminuir la alimentación del músculo y envía mensajes a tu cerebro consciente de que es hora de abandonar.
Liderados por neuropsicólogo Kai Lutz, el equipo de Zúrich ha concluido tres experimentos diferentes, pero relacionados entre sí y que unen todo el proceso de ejercicio. En primer lugar, se preguntaban si podría “esconderse” la información del agotamiento que va de los músculos al cerebro, mediante el bloqueo de las señales de advertencia. Se tomó a un grupo de voluntarios, que llevaron a cabo un ejercicio de contracción de los músculos del muslo hasta que no pudieron continuar. Luego, anestesiando la médula espinal, fueron capaces de bloquear todos los mensajes desde el muslo hasta la corteza motora primaria, el área de control del movimiento del cerebro. Como se había predicho, los atletas fueron capaces de realizar significativamente más contracciones una vez que su cerebro no estaba monitorizando su fatiga.
como-maneja-tu-cerebro-la-fatiga-muscular-3Claro que, saber exactamente en qué parte del cerebro se reciben estas señales sería más útil para la investigación futura, por lo que el equipo de Lutz, con la ayuda de Urs Boutellier del Instituto de Ciencias del Movimiento Humano y el Deporte de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH Zurich), utilizó imágenes de Resonancia Magnética Funcional (fMRI) para delimitar la ubicación. Mientras los atletas realizaban ejercicios extenuantes, las resonancias de sus cerebros mostraron poco antes de la fatiga una mayor actividad en el tálamo y la corteza insular. Ambas zonas del cerebro son las que analizan la información y que también nos tratan de proteger y alertar de amenazas externas, como el dolor y el hambre.
Para localizar la fuente exacta de las señales de fatiga, un tercer experimento, llevado a cabo por Lea Hilty como parte de su tesis doctoral, se ha publicado ahora en el European Journal of Neuroscience. Por medio de un ejercicio con bicicleta con 16 voluntarios, se dio cuenta de la comunicación que había entre la corteza insular y el área motora primaria, y que se incrementaba a medida que la fatiga de los ciclistas aumentaba.
Esto puede considerarse como una evidencia de que el sistema neuronal no solamente informa al cerebro, sino que en realidad también tiene un efecto regulador sobre la actividad motora.
como-maneja-tu-cerebro-la-fatiga-muscular-5Ahora, sabiendo esta vía de comunicación específica, los investigadores de ciencias del deporte esperan ser capaces de desarrollar nuevos regímenes de entrenamiento que pueden influir en este proceso para obtener mejores resultados. Según Lutz, “los hallazgos son un paso importante para descubrir la función que desempeña el cerebro en la fatiga muscular. En base a estos estudios, no sólo será posible desarrollar estrategias para optimizar el rendimiento muscular, sino también investigar específicamente las razones por las que se reduce el rendimiento muscular en diversas enfermedades”.
Esta investigación puede dar un nuevo significado a la “power song” en nuestros iPods cuando estamos corriendo ya sin una gota de energía, y aún nos queda para llegar a la línea de meta…

martes, 25 de febrero de 2014

El dolor cervical es una molestia que puede aparecer en cualquiera de las estructuras del cuello, incluyendo nervios, vértebras o músculos, aunque, también puede darse en otras zonas cercanas como la cabeza, los hombros, la mandíbula o la parte superior de los brazos. Aproximadamente un 68% de la población adulta sufrirá dolor de cuello a lo largo de su vida.
EL dolor cervical puede presentarse en dos formas diferentes. Por un lado, puede ser agudo cuando se presenta de manera brusca. Suele ser resultado de un tirón o un esfuerzo momentáneo demasiado fuerte, lo cual produce una lesión en los músculos del cuello. Por otro, puede ser crónico, cuando se da de una manera recurrente y puede ser resultado de muchas causas.
El dolor cervical es una de las causas más frecuentes de consulta entre pacientes de 25 y 29 años. Esta cifra se va incrementando progresivamente con la edad, hasta que pasados los 45 años alcanza una incidencia del 50% de la población general, pudiendo llegar a representar entre el 51-80% de las patologías en la población laboral. Por lo que, se pude decir que las patologías cervicales dolorosas son muy comúnes, sobre todo en pacientes con edades superiores a los 50 años.
Causas  y síntomas del dolor cervical
Una de las principales causas del dolor cervical es la tensión o distensión muscular, provocada por las actividades diarias tales como enconvarse en el escritorio durante horas, ver la televisión o leer en una mala postura, pasar demasiado tiempo delante del ordenador, dormir en posiciones incómodas o inadecuadas o torcer y girar el cuello con sancudones.
Asimismo, existen otros factores que influyen en la aparición del dolor cervical. Entre ellos el padecer obesidad, lo que provoca debilidad muscular, sufrir traumatismos, lesiones o enfermedades de la columna vertebral cervical como la artrosis o una hernia discal, padecer osteoporosis, escoliosis o incluso tumores e infecciones. Por otra parte, hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones los dolores cervicales son la expresión de una tensión emocional debida a las preocupaciones, la ansiedad, el estrés o la depresión. Además, las caídas o los accidentes traumáticos pueden causar lesiones cervicales graves, como fracturas de las vértebras, latigazo cervical, lesión de los vasos sanguíneos e incluso parálisis.
En lo que se refiere a los síntomas del dolor cervical, normalmente se manifiesta mediante la rigidez o la dificultad para mover el cuello hacia los lados, el entumecimiento o los espasmos musculares, la tensión y el dolor de los músculos del cuello, la aparición de tortículis, un dolor agudo que puede provocar na postura anormal del cuello en la que nuestra cabez se presenta desviada hacia uno de los lados, dolor en la base del cráneo que puede acompañarse por una sensación de debilidad en las manos y los hombros pudiendo existir una sensación de hormigueo en los brazos y los dedos y el dolor generalizado en el área cervical.
Diagnóstico y tratamiento
La presencia de dolores en la zona cervical requieren la visita al médico o especialista para que diagnostique las razones que lo producen. Esto se hace particularmente necesario cuando el dolor del cuello va acompañado de otros síntomas como la rigidez o la fiebre, con el fin de que el médico descarte la existencia de una enfermedad infecciosa. Igualmente, cuando se ha sufrido algún tipo de traumatismo fuerte o se ha experimentado un latigazo o pinchazo fuerte en el cuello, se deberá acudir al médico inmediatamente.
El diagnóstico requerirá realizar una historia clínica del paciente, dónde se da a conocer al médico sus actividades habituales y una exploración física de las zona del cuello y las zonas próximas. Para ello, el médico podrá utilizar radiografías u otras pruebas de imagen para descartar posibles tumores. Asimismo, se realizarán análisis de sangre con el objetivo de determinar si existe alguna enfermedad infecciosa o reumática.
En cuanto al tratamiento del dolor cervical, en la mayoría de los casos consiste en cambiar los hábitos cotidianos y de trabajo de los pacientes. Para ello, los médicos recomiendan a los pacientes tomar analgésicos que alivien los síntomas dolorosos, aplicar frío durante los primeros días para luego suministrar calor a base de compresas, almohadillas térmicas o duchas calientes, darse masajes, realizar ejercicios de estiramiento de cervicales o dormir en una almohada especial para el cuello.
Finalmente, hay que recordar que el dolor cervical rara vez está originado por un problema grave de salud y éste desaparecerá en una semana. De la misma manera, las personas con con músculos débiles en el cuello tendrán una mayor tendencia a padecer este tipo de problema, por lo que realizar ejercicios es bueno para fortalecer sus cervicales. Además, dependiendo de la causa que subyace en el dolor, el pronóstico suele ser bueno si se lleva una vida activa y se obtiene el tratamiento correcto.

jueves, 13 de febrero de 2014

La Pata de ganso es el nombre dado a tres músculos  de la pierna que son:
 El Sartorio, el Recto interno y el Semitendinoso. Este nombre común se debe a que  la inserción de sus tendones en la cara interna de la tibia se asemeja a la pata de un ganso
Sartorio
-Origen: Espina Ilíaca Antero-Superior.
-Inserción: Superficie Superior y anteromedial de la tibia.
-Acción: Flexiona el Muslo (Art. coxofemoral) Flexiona la Rodilla (Art. femorotibial) Rotador Externo y abductor de la Pierna. Es Biarticular
-Inervación: Nervio Femoral (L2-L3).
 -Movimiento Funcional Básico: sentarse con un talón sobre la rodilla contralateral, se contrae a totalidad porque realiza sus tres acciones.
-Deportes donde se utiliza mucho: Ballet, Patinaje, Fútbol.

-Movimientos que pueden lesionar el Músculo: Posición de loto extrema (yoga).

 
 
 
 
 
 
Recto Interno (Grácil)
 
-Origen: Rama inferior del Pubis y Rama del Isquion.
 
-Inserción: Parte Superior de la Cara Medial de la Tibia.
 
-Acción: Aducción (Art. Coxofemoral) Flexión (Art. Femorotibial).
 
-Inervación: Nervio Obturador (L2-L4)
 
-Movimiento Funcional Básico: Sentarse con las Rodillas muy juntas.

-Deportes donde se utiliza mucho: Equitación, Salto de Vallas, Fútbol.

-Movimientos que pueden lesionar: Tijeras o patadas laterales altas.

-Si Pierde Extensibilidad/Actortamiento (Debilidad): Apertura de la ingle.


 
Semitendinoso
 
-Origen: Tuberosidad isquiática.
 
-Inserción: Parte Superior de la Cara Medial de la Tibia (la inserción del sartorio y del grácil).
 
- Acción: Extensión (Art. Coxofemoral) Flexión (Art. Femorotibial) Rotación Interna en ambas articulaciones, es un músculo biarticular.
-Inervación: Nervio Ciático L5-S2.
-Movimiento Funcional Básico: Al Correr, los isquiotibiales desaceleran la bajada de la pierna al final del balanceo y evitan la flexión del tronco sobre la cadera.

-Deportes donde se utiliza mucho: Salto de vallas, fútbol y halterofilia.
 
-Movimientos que pueden lesionar: Una Extensión excesiva como al hacer una patada hacia adelante.

-Si Pierde Extensibilidad/Actortamiento (Debilidad): Lumbalgía, Dolor de Rodilla, dismetría, restricción de la zancada caminar/correr.






lunes, 20 de enero de 2014

Compresión del hombro/ Tendinitis del manguito rotador (Shoulder Impingement/Rotator Cuff Tendinitis)
Una de las dolencias físicas más comunes es el dolor de hombro. Su hombro está constituido de varias articulaciones en combinación con tendones y músculos que le permiten un gran rango de movimiento del brazo. Debido a que tantas estructuras diferentes constituyen el hombro, este es vulnerable a muchos problemas diferentes. El manguito rotador es una fuente frecuente de dolor en el hombro.
Anatomía
Su hombre está compuesto de tres huesos: el hueso del brazo (húmero), el hueso ancho y casi plano del hombro (omóplato o escápula) y el hueso del cuello (clavícula).
Su brazo es mantenido en la cavidad articular del hombro por el manguito rotador. Estos músculos y tendones forman una cubierta alrededor de la cabeza del hueso de su brazo y los adhieren al omóplato.
Hay un saco lubricante llamado bolsa (o bursa) entre el manguito rotador y el hueso en la parte superior del hombro (acromion). La bolsa permite que los tendones del manguito rotador se deslicen libremente cuando usted mueve el brazo.
Anatomía normal del hombro.
Descripción
El manguito rotador es una fuente común de dolor en el hombro. El dolor puede ser el resultado de:
  • Tendinitis. Los tendones del manguito rotador pueden sufrir irritación o daño.
  • Bursitis. La bolsa puede inflamarse e hincharse con más líquido, causando dolor.
  • Compresión. Cuando usted levanta su brazo a la altura del hombro, se reduce el espacio entre el acromion y el manguito rotador. El acromion puede frotar contra (o "comprimir) el tendón y la bolsa, causando irritación y dolor.
El acromion "comprime" al manguito rotador y la bolsa.
Causa
El dolor del manguito rotador es común en atletas jóvenes y también en personas de mediana edad. Los atletas jóvenes que usan sus brazos por encima del nivel de la cabeza para nadar, jugar béisbol y tenis son particularmente vulnerables. Quienes levantan pesos o hacen actividades con los brazos por encima del nivel de la cabeza, como empapelado, construcción o pintura también son susceptibles.
El dolor también podría desarrollarse como resultado de una lesión menor. A veces ocurre sin causa aparente.
Síntomas
El dolor del manguito rotador comúnmente causa inflamación local y dolor a la presión en la parte frontal del hombro. Usted puede tener dolor y rigidez cuando levanta su brazo. También puede haber dolor cuando el brazo desciende de una posición elevada.
Los síntomas iniciales pueden ser leves. Los pacientes frecuentemente no buscan tratamiento en una etapa temprana. Estos síntomas pueden incluir:
  • Dolor leve que está presente con la actividad y también en reposo
  • Dolor que irradia desde la parte frontal del hombro a la parte lateral del brazo
  • Dolor súbito con movimientos de levantar pesos y extensión
  • Atletas que practican deportes por encima del nivel de la cabeza pueden tener dolor, por ejemplo, al lanzar o al hacer saque en el tenis
A medida que el problema avanza, los síntomas aumentan:
  • Dolor durante la noche
  • Pérdida de la fortaleza y el movimiento
  • Dificultad para realizar actividades que ponen al brazo detrás de la espalda, como abotonarse o subirse un cierre
Si el dolor viene súbitamente, el hombro puede quedar severamente sensible a la presión. Todo el movimiento puede estar limitado y ser doloroso.
Examen médico

Antecedentes médicos y examen físico

Su médico examinará su rango de movimiento, para ello le pedirá que mueva el brazo en distintas direcciones.
Reproducido con permiso de JF Sarwark, ed: Essentials of Musculoskeletal Care, ed 4. Rosemont, IL, American Academy of Orthopaedic Surgeons, 2010.
Después de discutir sus antecedentes médicos y síntomas, el médico examinará su hombro. El profesional revisará para ver si está sensible a la presión en cualquier área o si hay una deformidad. Para medir el rango de movimiento de su hombro, su médico le hará poner su brazo en varias posiciones diferentes. También comprobará la fortaleza de su brazo.
Su médico verá si hay otros problemas con la articulación de su hombro. También puede examinarle el cuello para asegurarse que el dolor no viene de un "nervio pinzado", y para descartar otras condiciones, como la artritis.

Estudios con imágenes

Otros exámenes que podrían ayudar a su médico a confirmar su diagnóstico incluyen:
Radiografías (rayos X). Debido a que las radiografías no muestran los tejidos blandos de su hombro, como el manguito rotador, las imágenes de radiografías simples de un hombro con dolor del manguito rotador por lo general son normales o pueden mostrar una pequeña protuberancia ósea. Una incidencia especial de los rayos X, llamada "outlet view", a veces muestra una pequeña protuberancia ósea en el borde frontal del acromion.
(Izquierda) Radiografía con outlet view normal. (Derecha) Outlet view anormal que muestra una protuberancia ósea grande que causa compresión del manguito rotador.
Resonancia magnética (MRI) y ultrasonido. Estos estudios pueden crear mejores imágenes de tejidos blandos, como los tendones del manguito rotador. Pueden mostrar líquido o inflamación en la bolsa y el manguito rotador. En algunos casos, se verá el desgarro parcial del manguito rotador.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es reducir el dolor y restablecer la función. Al planear su tratamiento, su médico considerará su edad, nivel de actividad y salud general.

Tratamiento no quirúrgico

En la mayoría de los casos, inicialmente se recurre al tratamiento no quirúrgico. Aunque el tratamiento no quirúrgico puede llevar varias semanas a meses, muchos pacientes experimentan una mejoría y recuperación gradual de la función.
Reposo. Su médico puede sugerir reposo y modificación de la actividad, por ejemplo evitar actividades por encima del nivel de la cabeza.
Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Los medicamentos como el ibuprofen y el naproxen reducen el dolor y la inflamación.
Terapia física. Un terapeuta físico inicialmente se concentrará en restablecer el movimiento normal de su hombro. Los ejercicios de estiramiento para mejorar el rango de movimiento son muy útiles. Si tiene dificultades para llegar detrás de su espalda, puede que haya desarrollado constricción de la cápsula posterior del hombro (cápsula se refiere a la cubierta interior del hombro y posterior se refiere a la parte posterior del hombro). El estiramiento específico de la cápsula posterior puede ser muy efectivo para aliviar el dolor en el hombro.
Cuando su dolor esté mejorando, su terapeuta puede comenzar un programa de estiramiento para los músculos del manguito rotador.
Inyección de corticoesteroides. Si el reposo, los medicamentos y la terapia física no le alivian el dolor, una inyección de un anestésico local y una preparación de cortisona podría ser útil. La cortisona es un medicamento antiinflamatorio muy efectivo. Inyectarlo en la bolsa por debajo del acromion puede aliviar el dolor.
Una inyección de cortisona puede aliviar los síntomas dolorosos.
Reproducido con permiso de JF Sarwark, ed: Essentials of Musculoskeletal Care, ed 4. Rosemont, IL, American Academy of Orthopaedic Surgeons, 2010.

Tratamiento quirúrgico

Cuando el tratamiento no quirúrgico no alivia el dolor, su médico podría recomendar la cirugía.
El objetivo de la cirugía es crear más espacio para el manguito rotador. Para hacerlo, su médico removerá la porción inflamada de la bolsa. El profesional también podría realizar una acromioplastia anterior, en la que se remueve parte del acromion. Este procedimiento también se conoce como descompresión subacromial. Estos procedimientos pueden realizarse usando una técnica artroscópica o una técnica abierta.
Técnica artroscópica. En la artroscopia, se inserta instrumental quirúrgico fino en dos o tres punciones pequeñas alrededor de su hombro. Su médico examina su hombro a través de un endoscopio fibroóptico conectado a una cámara de televisión. El profesional guía el pequeño instrumental usando un monitor de video, y remueve hueso y tejido blando. En la mayoría de los casos, el borde frontal del acromion se remueve junto con algo de tejido de la bolsa.
Su cirujano también podría tratar otras condiciones presentes en el hombro al momento de la cirugía. Estas pueden incluir artritis entre la clavícula y el acromion (artritis acromio-clavicular), inflamación del tendón del bíceps (tendinitis del bíceps), o un desgarro parcial del manguito rotador.
Técnica quirúrgica abierta. En la cirugía abierta, su médico hará una incisión pequeña en la parte frontal de su hombro. Esto le permite al médico ver el acromion y el manguito rotador directamente.
Técnicas de acromioplastia anterior. (Izquierda) Reparación artroscópica. (Derecha) Técnica quirúrgica abierta.
Rehabilitación. Después de la cirugía, su brazo podría colocarse en un cabestrillo durante un corto período de tiempo. Esto permite una cicatrización temprana. En cuanto usted pueda sentirse cómodo, su médico removerá el cabestrillo para que comience a hacer ejercicios y usar su brazo.
Su médico proporcionará un programa de rehabilitación basado en sus necesidades y el resultado de la cirugía. Esto incluirá ejercicios para recuperar el rango de movimiento del hombro y la fortaleza del brazo. Típicamente toma de 2 a 4 meses lograr un alivio completo del dolor, pero podría tomar hasta un año.

martes, 14 de enero de 2014

La simplicidad y naturalidad de nuestro deporte implican que sea una actividad al alcance de todo el mundo, pero para conseguir un óptimo grado de desarrollo muscular, es necesario llevar a cabo una serie de ejercicios complementarios, gracias a los cuales podrás hacer frente a cualquier descompensación postural que influya en tu rendimiento y vulnerabilidad a la lesión.

Postura corporal

La postura es una expresión de potencias (grupos musculares) que luchan contra resistencias (peso de los segmentos corporales) y que actúan sobre palancas de distinto género (huesos), siendo diferente la postura corporal de cada individuo.
De una buena postura corporal dependerá un adecuado desarrollo muscular. La postura ha de trabajarse a todas las edades, desde la niñez, pasando por la adolescencia, y hasta la madurez. Además, si se practica algún deporte, como la carrera, una mala postura puede propiciar problemas musculares, por esta razón la figura del entrenador es vital para detectar, antes de que se instauren, las posibles anomalías que puedas presentar, evaluando cualquier deficiencia en la actitud postural.
Por otro lado, en ningún caso debes considerar los malos hábitos posturales que detecte tu entrenador como un diagnóstico médico.

Evaluación postural

La valoración completa del cuerpo humano requiere de un estudio pormenorizado de cada una de las partes que lo componen. Te damos nociones sobre la evaluación de la postura corporal y te orientamos sobre cómo tonificar esa musculatura imprescindible para mantener un buen tono muscular:
- Técnica de observación visual: la principal técnica que podrías hacer en colaboración con tu entrenador es la observación visual directa (plomada para analizar la verticalidad, cinta métrica para medir las distancias y proporciones corporales; y el uso de fotografías).
- Momentos de observación: la observación se dará en situaciones cotidianas (en el trabajo, en casa, etc.), y en situaciones especiales durante el entrenamiento donde se muestren datos significativos sobre qué zonas son las más vulnerables de la estructura corporal.
- Partes del cuerpo a observar: se debe hacer referencia a las diferentes partes de cuerpo, y una valoración de una buena postura corporal, una incorrecta y una mala postura observando, para ello, cabeza, cuello, hombros, columna vertebral, tronco, caderas, zona lumbar, tobillos y abdomen.

Posiciones durante la evaluación

- De pie de frente al observador: con los brazos caídos a ambos lados del tronco y relajados, vista al frente y con los talones juntos (abiertos unos 35º).
- De pie, de espaldas al observador: en la observación se puede observar que el tronco cae hacia delante o hacia atrás, pudiendo acarrear malas posiciones del cuello, arqueamientos de la columna vertebral (hiperlordosis lumbar, hipercifosis dorsal, etc.) lo que provocaría desajustes durante la carrera (en cadera, tobillos y rodillas). Toda pérdida de horizontalidad tendría que tomarse en cuenta.
- De pie, de lado al observador: en esta posición se observa con más detenimiento el exceso de las curvaturas nombradas anteriormente, hiperlordosis lumbar (se debe valorar la curvatura lumbar de pie, manteniendo la espalda en contacto con la pared) e hipercifosis (se caracteriza por una prominencia de la pared abdominal hacia delante junto con una anteversión pélvica).
- Sentado, de lado al observador: con las piernas separadas a más de 90º, con las rodillas en completa extensión y con flexión de pies, formando la columna vertebral una curva continua y amplia. En esta posición se pueden observar asimetrías del tronco, acortamiento de isquiotibiales (si se flexionan las rodillas), acortamiento de abductores (los muslos no se abducen 90º), no verticalizándose los pies debido al acortamiento muscular.
- Acostado boca arriba: con las manos detrás de la nuca, con los talones juntos y elevándolos a 15 cm del suelo (manteniendo esta posición durante 10”). Las alteraciones que podrías encontrar son acortamiento de pectorales (pérdida de contacto de los codos con el suelo), mucha curvatura lumbar, provocando incluso temblores en las piernas (abdominales débiles).

sábado, 4 de enero de 2014

 Algunas actividades realizadas rutinariamente pueden causar lesiones en nuestro cuerpo. Realizar tareas como tocar un instrumento, hacer oficio o  digitar por ejemplo, pueden ser detonantes para sufrir de lesiones por esfuerzos repetitivos. 
Los movimientos constantes que hacemos diariamente con algún segmento del cuerpo provocan problemas físicos, que a la larga, pueden ser muy graves.
Una articulación expuesta a un excesivo movimiento articular produce una LER

Las áreas predilectas donde estas lesiones aparecen son: codos, hombros, rodillas, talones o manos.

Es común que la persona afectada sienta dolor, inflamación, sensación de quemazón o pellizcos en la zona.


¿Quiénes están en riesgo de padecer una lesión por esfuerzo repetitivo?

Las lesiones por esfuerzo repetitivo aparecen generalmente en personas que tienen una musculatura débil, ya que en estos casos el cuerpo tiene menor capacidad para resistir y soportar trabajo, entonces el cuerpo va reciclando microtraumatismos que en cualquier momento se convierten en una lesión dolorosa e incapacitante.

Para agravar la situación, existen labores que hacen más susceptible a la persona de sufrir una lesión por esfuerzo repetitivo.
Ejemplo de esto, es el grupo de las secretarias, quienes debido a su tipo de empleo, se encuentran muy vulnerables a sufrir Túnel Carpal o Lumbalgia, solo por mencionar los principales.

Quienes trabajan en maquilas o son choferes, también están en riesgo ya que cumplen labores en una postura extenuante y además su trabajo les exige movimiento repetitivos que con el tiempo llegan a automatizarse, lo cual dentro de unos años les provocara molestias a nivel articular y muscular, al igual que sucede con las personas que trabajan empacando, sellando o cortando dentro e procesos de producción.

Incluso, la frecuencia de las lesiones por esfuerzo repetitivo están incluyéndose en la vida de jóvenes y adolescentes, que a pesar de que aún no trabajan, pasan gran parte de su tiempo en un continuo uso de la computadora o juegos electrónicos, lo que los conlleva a pasar sentados o en posiciones desfavorables para la columna vertebral y cuello durante la mayor parte del día, además, de mantener un uso excesivo de los dedos de sus manos y muñecas.




Combatiendo las lesiones por esfuerzo repetitivo


A pesar de que las responsabilidades diarias de quehaceres hogareños o laborales, nos piden constantemente movimientos constantes y dañinos para nuestras articulaciones y músculos, existen formas para prevenir una lesión o para evitar el  progreso si es que la lesión ya existe.
Dentro de estos cuidados encontramos:
  • Estiramiento: Se recomienda que cada hora, se tomen unos pocos minutos para realizar estiramiento de diferentes zonas del cuerpo, en especial aquellas que estén siendo más afectadas. Realice cada estiramiento por un periodo de 15 a 30sg.
  • Practicar con constancia un deporte o actividad física: Realizar alguna de estas opciones, hace que nuestros músculos, articulaciones y huesos estén fuertes, resistentes y en buen estado. Así, aumenta su capacidad de trabajo.
  • Luego del trabajo, tome un baño caliente para relajar la musculatura.
  • Procure una alimentación que le de energía a su organismo.
  • Si su trabajo le exige estar sentado, separe 1 min. al menos cada media hora para ponerse de pie y mover las piernas, así mejora la circulación y disminuye el dolor de espalda.
  • Ergonomía en el trabajo. Ya que dejar de hacer actividades repetitivas a lo largo del día es imposible, se recomienda el uso de métodos económicos en la oficina en artículos como el escritorio, el Mouse, el teclado, la silla, entre otros muebles.
  • Utilizar dispositivos como fajas o cinturones es un buen medio para evitar lesiones en la espalda, sobretodo en esas personas que trabajan cargando peso.
  • Realizar sesiones de calentamiento y estiramiento previo, así como también después de la actividad es uno de los puntos básicos para combatir lesiones por esfuerzo repetitivo.
  • Utilizar calzado especial de acuerdo al tipo de actividad, puede evitar dolencias.