viernes, 19 de julio de 2013

A.1) ESTRUCTURA OSEA
La rodilla se define como una articulación bicondilea compuesta por los dos cóndilos femorales que, a modo de cilindros, giran sobre la superficie casi plana de los platillos tibiales. Todos los componentes que otorgan la estabilidad son del tipo de la cápsula de la articulación, los ligamentos y los meniscos. Ofrece dos caras articulares, una para el fémur y otra para la tibia.
La rodilla esta delimitada por la siguiente estructura ósea:
1) Tibia: Limita la articulación por su parte inferior.
2) Fémur: Limita la articulación por su parte superior.
3) Rótula: Actúa como elemento de fijación de los músculos y se articula con la tibia y el fémur.
A.2) CARTÍLAGOS
Presentes en todas las zonas de contacto articular, tienen la función de proteger las mismas. En el caso de la rodilla estos elementos se conocen como “meniscos”: ubicados entre el fémur y la tibia, amortiguan los posibles contactos entre las dos superficies existentes entre ellos, distinguiéndose un menisco interno y otro externo, son elementos muy susceptibles a sufrir lesiones.
A.3) CÁPSULA ARTICULAR
Se trata de una especia de red que recubre la articulación.
A.4) LIGAMENTOS
Existen cuatro estructuras ligamentosas fundamentales que estabilizan la articulación:
1) Ligamentos laterales: Interno y externo.
2) Ligamentos cruzados: Anterior y posterior
B) LESIONES DE MENISCO
Son las lesiones más comunes en el complejo estructural de la rodilla. El elemento en cuestión, se divide en dos zonas: una vascularizada sita en la zona externa y, otra no vascularizada, en la zona interna. En caso de lesión, si afecta a la primera zona, cabe la posibilidad de cicatrización, la cuál no es posible si se localiza en la segunda.
B.1) FUNCIONES DEL MENISCO
a) Absorbe los choques y/o transmisiones de carga en la articulación: evita el impacto entre el fémur y la tibia, gracias a su estructura elástica soporta las tensiones provocadas por el apoyo de la pierna.
b) Ayuda a lubricar la rodilla: mediante la secreción del líquido sinovial.
c) Limitación de los extremos de la flexión y extensión: actúa como tope.
d) Estabilizador de la rodilla
Con la edad el menisco va perdiendo parte de su porcentaje de agua, la pérdida de hidratación implica una disminución en su elasticidad, un proceso degenerativo que hace la zona más frágil, facilitando su ruptura.
B.2) MECANISMOS DE RUPTURA MENISCAL
Estadísticamente, el menisco interno es más propenso a la ruptura, como consecuencia de la aplicación crítica de fuerzas de tracción, compresión o una suma de ambas.
El mecanismo lesional más común es la suma de soportar el peso corporal y, un movimiento incorrecto en la zona, esto es, forzar la flexión unida a la rotación de la articulación; o bien, una extensión unida de nuevo a la rotación. Ambas confluencias de esfuerzos, provocan la compresión del menisco, cuando la acción se produce de una forma más violenta o bien de manera muy reiterada, puede producirse la lesión. El sentido de la rotación, determina la zona afectada del menisco.
B.3) FACTORES QUE FAVORECEN LA RUPTURA
1) Laxitud ligamentosa: Facilita el mecanismo lesional en extensión principalmente.
2) Insuficiencia muscular: Hace que la rodilla este más desprotegida, existe una menor estabilidad de la misma.
3) Hábitos laborales: ciertas profesiones exigen con frecuencia posturas forzadas en flexión.
4) Desviación de las rodillas en valgo o en varo: esto provoca una mayor compresión en ciertos compartimentos de la rodilla. En genu varo, las rodillas separadas con forma de “( )”, se produce una mayor compresión en la zona interna de la rodilla. En genu valgo, con rodillas en forma de “X”, se produce mayor compresión en el compartimento externo.
5) Obesidad: A mayor peso la presión a soportar en la rodilla es mayor.
6) Esfuerzos violentos: La práctica deportiva, la ejecución de gestos extremos, aumenta el riesgo de lesión.
7) Desgaste: En ocasiones, el mecanismo lesional puede ser algo tan cotidiano como bajar una acera o un peldaño, se da un apoyo un poco más fuerte de lo habitual sobre esta estructura ya castigada y se acaba por romper.
B.4) SÍNTOMAS DE ROTURA MENISCAL
1) Dolor: En un principio no presenta una ubicación definida, con el tiempo se suele ubicar en la zona posterior. Es habitual que el dolor aparezca en acciones de la vida diaria como son subir y bajar escaleras o cuestas.
2) Antecedentes traumáticos: El sufrir un episodio con una acción violenta en las situaciones anteriormente descritas (flexión o extensión unidas a la rotación).
3) Derrame sinovial: Como respuesta inflamatoria a la lesión de la estructura meniscal Este derrame, ocasiona un aumento de presión en la rodilla que, En las situaciones en la que la presión es grande, hace necesaria la punción para extraer el líquido.
4) Bloqueo: Se produce una incapacidad en la ejecución de movimientos de la rodilla, sobre todo en la extensión. El bloqueo se puede dar por:
4.1) Bloqueo antiálgico: En respuesta al dolor, los tejidos se retraen, limitando la extensión.
4.2) Derrame hemorrágico: Provoca el citado bloqueo.
5) Chasquido: El desplazamiento sobre el cóndilo de la superficie irregular del menisco provoca un ruido o chasquido. Este chasquido también puede asociarse a otras situaciones como puede ser la artrosis, con lo cual habrá que relacionar este aspecto con otros puntos diagnósticos.
B.5) DIAGNÓSTICO
1) Antecedentes: Se Debe tener en cuenta si existe un antecedente traumático. Asimismo, aspectos como la edad, hábitos, prácticas deportivas, ocupación laboral del sujeto, pueden darnos indicios de la posible lesión.
2) Exploración: Mediante palpación de puntos propensos al dolor, esto es, el espacio en la mitad de la rodilla o, la unión de tibia y fémur. Otras pruebas ,a realizar por un especialista, consistirán en flexionar la rodilla y rotar posteriormente el pie, siempre de manera suave. Si estos gestos provocan dolor, pueden significar una lesión meniscal.
3) Síntomas: Se han citado en el punto anterior.
4) Pruebas complementarias: La resonancia magnética suele ser el método más fiable, siendo prácticamente inútil la radiografía de la zona.
B.6) TRATAMIENTO
1) Frío local: efectivo durante las primeras 72 horas. Se utiliza la típica bolsa con cubitos de hielo o el cold pack (bolsa estanca con un gel en su interior que se enfría en la nevera); en caso de carecer de estos medios nos puede servir una bolsa de guisantes congelados o similar, Nunca en contracto directo con la piel para evitar quemaduras por congelación. Lo habitual es mantenerlo unos 20 minutos cada dos horas.
2) Reposo mínimo de 24 a 48 horas, para evitar aumentar la lesión.
3) Vendaje compresivo elástico, no rígido para no cortar la circulación de la sangre.
4) Elevación de la extremidad durante varios días. Si el paciente está tumbado, se coloca una almohada bajo la pierna, de forma que el pie esté más alto que el corazón. Si el paciente se sienta, apoyará la pierna sobre una silla.
5) Si existe derrame se puede aplicar un masaje con hielo o evacuatorio para disminuir el dolor.
A continuación se va a singularizar el tratamiento dependiendo de la zona afectada:
B.6.1) Lesión en la zona vascularizada:
1) Reposo de 7 a 10 días. Siguiendo las medidas anteriores.
2) Trabajo de potenciación muscular: se han de evitar esfuerzos y trabajos en las posiciones que actúan como tope en la rodilla (máxima flexión y máxima extensión). El trabajo de fortalecimiento ayudará a que la carga soportada por el menisco sea menor (nuestro preparador físico en la sección de “pico de forma” os puede ayudar en un programa de trabajo).
3) El período de dolor suele oscilar entre 10 y 20 días. Cuando hablamos de deportistas el período de descanso de práctica deportiva suele rondar el mes o mes y medio. Según la magnitud de la lesión en la estructura meniscal. Lo ideal es hacer otra resonancia control para corroborar que la cicatrización ha sido correcta.
4) En este grupo se encuentran los denominados “pinzamientos” del menisco. Son consecuencia de una compresión (normalmente en los bordes o cuernos del menisco), esto hace que se inflame el menisco a consecuencia de una pequeña rotura o desgarro de la zona. El período de recuperación suele ser de 10 a 15 días. El tratamiento es el arriba descrito.
B.6.2) Lesión en la zona no vascularizada:
Los primeros pasos son similares al tratamiento anterior en sus dos primeros puntos. El segundo es un elemento de trabajo previo a la intervención quirúrgica.
Cuando la afección en el menisco implica una intervención quirúrgica para proceder a su extirpación, cabe la duda de las bondades o perjuicios de la operación. En la intervención se procura reducir al máximo la zona a eliminar. Si la rotura se produce en una zona interna no vascularizada, se intenta extirpar el menor volumen posible para poder garantizar la funcionalidad futura del menisco; si la rotura se produce en la periferia se procede a realizar una sutura o una reinserción.
Como respuesta a la duda anterior, se ha comprobado a raíz de diversos estudios que el carecer de menisco acelera la aparición de problemas de artrosis en la articulación de la rodilla. Actualmente se ha empezado a trabajar con el implante de menisco, se trata de una técnica experimental, recomendada en pacientes propensos a la aparición de artrosis en la articulación. La técnica en si es controvertida y, precisa de ciertos requerimientos que imposibilitan a un amplio espectro de la población recurrir a la misma, entre ellos ser menor de 50 años.

Ligamento cruzado y ligamento lateral
Probablemente nos encontramos ante una de las lesiones más temidas por futbolistas, baloncestistas, esquiadores y, deportistas en general. Los motivos son derivados del tiempo de recuperación de la misma que prácticamente implica perderse la temporada , la posibilidad real de no recuperar el nivel de movilidad previo a la lesión y, el obligado paso por el quirófano en el caso de los deportistas, algo opcional aunque recomendable en los no practicantes, si se quiere volver a competir.
A) LIGAMENTOS DE LA RODILLA
Los ligamentos son haces de fibras de colágeno que tienen como función limitar el desplazamiento de la articulación por encima de los límites anatómicos y biomecánicos.
A.1) Ligamentos de la rodilla
1) Ligamento cruzado anterior (LCA): Es la estructura que se lesiona con mayor frecuencia, en ella nos centraremos en el artículo.
2) Ligamento cruzado posterior (LCP)
3) Ligamentos laterales externo/interno: Se comentarán sus pormenores en el siguiente artículo.
B) LESIONES DE LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
Pese a haber comentado con anterioridad este tipo de lesiones, en este artículo se hará referencia concreta a las roturas y, la solución quirúrgica de las mismas.
El ligamento cruzado anterior es el freno principal (en un porcentaje aproximado del 90%) al desplazamiento anterior de la tibia, limita la rotación tibial y la angulación externa e interna de la rodilla cuando está completamente estirada.
Las mujeres tienen una mayor propensión a lesionarse el LCA dadas sus características anatómicas: mayor laxitud articular, pelvis más ancha lo cual condiciona una rotación externa de la tibia, el lugar donde se aloja el LCA en la rodilla (escotadura).
C) ¿CÓMO SE PRODUCE LA ROTURA DEL LIGAMENTO CRUZADO?
El mecanismo de rotura se fundamenta en un cambio brusco de dirección de la rodilla al decelerar de manera súbita. Un ejemplo gráfico de tal circunstancia es la realización de un mal apoyo de la extremidad tras un salto o bien, parar de manera precipitada durante una carrera
Los efectos de la rotura se traducen de manera clara en la expresión tan manida por los deportistas que la sufren de: “ se me ha quedado la rodilla clavada”
D) SÍNTOMAS DE LA ROTURA
- Se siente e incluso se puede llegar a oír un chasquido en el interior de la rodilla.
- Aparece una inflamación moderada o severa.
- Dificultad para apoyar la extremidad lesionada.
- Limitación para doblarla y estirarla, normalmente provocado por el dolor.
- Ante una exploración de la rodilla, el paciente refiere sentirla dolorida.
- Tendencia a mantenerla en semiflexión.
- Impotencia funcional a la marcha.
E) DIAGNÓSTICO
- En la lesión de ligamentos cruzados, serán positivos el signo del cajón anterior en caso de lesión de LCA, o del cajón posterior en caso de lesión del LCP.; en presencia de una lesión de LCA aguda, el signo del cajón anterior puede ser negativo. Son necesarias muchas veces otras pruebas.
- El estudio radiológico en dos planos permitirá descartar la existencia de fracturas o arrancamientos óseos a nivel de las inserciones de los ligamentos.
- Para una correcta valoración se precisa una resonancia magnética. Se debe tener en cuenta que en el momento de producirse la lesión y, en ciertas ocasiones debido al hematoma interno existente, se hace difícil el ver de forma correcta el estado del ligamento.
- El diagnóstico inicial es por lo general difícil, debido al dolor y, a las posibles lesiones combinadas y asociadas a lesiones meniscales (frecuente la lesión del ligamento lateral interno y menisco interno, la temida “tríada”), pero desde el punto de vista ligamentario, el clínico debe precisar si la lesión afecta a las estructuras periféricas del compartimiento interno o externo, o si afecta a los ligamentos cruzados (el LCA. es el más frecuentemente lesionado, siendo el LCP. sólo ocasionalmente afectado).
- La evolución natural de una ruptura de ligamentos conlleva a la inestabilidad crónica de la rodilla, provocando en el paciente la sensación de inseguridad en la misma, impidiéndole por ende la actividad deportiva y, limitando muchas actividades de la vida sedentaria.
F) SITUACIONES CON TRATAMIENTO NO QUIRÚRGICO
Existen una serie de situaciones en las cuales no es recomendable o bien, no se considera imprescindible la intervención y que se enumeran a continuación:
- Tratarse de una persona mayor y con un nivel de exigencia física diaria baja.
- Presentar un grado de inestabilidad de la rodilla mínimo.
- Inexistencia de lesiones asociadas.
F.1) La no intervención quirúrgica implica:
1) Capacidad del lesionado para cumplir con un programa de rehabilitación prolongado: reforzamiento muscular (cuadriceps, isquiotibiales).
2) A menudo se precisa una rodillera estabilizadora para realizar determinadas actividades deportivas (especialmente en las que existe un stress rotación al de la rodilla) o, simplemente para caminar (decisión personal y opcional).
3) Probablemente cambiar el nivel y tipo de actividad deportiva. En el caso de ser muy exigente.
G) TRATAMIENTO QUIRÚRGICO
Las opciones de cirugía han ido variando a lo largo de los años, actualmente se mantiene un patrón establecido y generalizado: la artroscopia. Esta técnica en sus albores habitual en la rodilla, se ha ido extendiendo al resto de las articulaciones. Anteriormente se empleaban cirugías abiertas y, pese a la existencia de partidarios de dicha técnica, se ha demostrado la artroscopia como mejor opción. Del mismo modo ha habido variaciones en cuanto a la plastia empleada para sustituir el ligamento roto.
G.1) Técnicas utilizadas
1) En un principio se empleaban plastias artificiales actualmente en desuso.
2) Autoinjertos con dos opciones:
- Plastias “hueso – tendón – hueso” a partir del tendón rotuliano. Obtenido del extremo inferior de la rótula, tendón rotuliano y tuberosidad tibial anterior. Esta zona de donde se obtiene el injerto se regenera por completo y al año muestra las mismas características que presentaba anteriormente.
- Plastias obtenidas de los tendones situados en la parte posterior de la rodilla (denominados “pata de ganso”).
-
3) Aloinjertos: Tendones obtenidos a partir de un cadáver. Ante los efectos que provoca la extracción de las fibras de un tendón de la propia persona: sangrado, inflamación, alteración de la estructura afectada. Es una opción de futuro con grandes posibilidades.
H) TRATAMIENTOS PREVIOS Y POSTOPERATORIOS
H.1) Previo a la intervención
- Hielo para disminuir la inflamación: Los tres primeros días cada dos horas de 10 a 15 minutos. A partir de esos tres primeros días al menos tres veces al día.
- Evitar el apoyo de la pierna en esa semana posterior a la lesión, será necesario el apoyo de muletas.
- Si el tiempo de espera a la intervención se alarga. Se debe retomar la actividad para mantener la fuerza de la pierna. Es conveniente realizar actividades como la natación o, la bicicleta sin resistencia ( si la rodilla lo permite). Además de ejercicios de fortalecimiento de la pierna, se puede emplear la electroestimulación.
H.2) Tras la intervención:
Los plazos de la recuperación son variables y, están comprendidos entre los 4 y los 6 meses.
A continuación se van a exponer una serie de indicaciones para una correcta rehabilitación de la zona ordenadas de manera cronológica:
1) Primera semana
- Reposo absoluto.
- Hielo: 15 minutos cada dos horas.
- Posibilidad de electroestimulación del cuadriceps y la musculatura posterior (isquiotibiales).
- Ejercicios activos de extensión de la rodilla.
- Movimientos pasivos de la rodilla buscando la flexión, dentro del rango que nos permita la rodilla.
- Desplazamiento mínimo (siempre con muletas)
2) Segunda semana
- Desplazamiento con muletas (carga parcial)
- Hielo tres veces al día.
- Ejercicios activos de flexión de la rodilla (hasta 90º).
- Masaje drenante para disminuir la inflamación.
- Retirada de los puntos.
3) Tercera semana
- Movilización de la rótula
- Marcha sin muletas, reeducar la marcha.
- Ejercicios activos de flexión de la rodilla hasta el umbral del dolor.
- Ejercicios en piscina
4) Cuarta semana
- Flexión pasiva de la rodilla, forzándola, se suele trabajar entre los 90 – 110 º.
- Entrenamiento propioceptivo y de equilibrio.
- Ejercicios para potenciación de la pierna.
- Inicio de trabajo con bicicleta, buscando insistir también en la extensión de rodilla.
5) Semanas posteriores:
- Ir forzando la rodilla hasta llegar a los rangos de movimiento habituales, tanto de flexión como de extensión.
- Ir aumentando poco a poco la intensidad de las actividades: trote suave, carrera…
- Los ejercicios propioceptivos son fundamentales para la correcta recuperación de la rodilla.
- Ejercicios de fortalecimiento de la musculatura anterior y posterior de la pierna.
- Como se había citado el tiempo para retomar la práctica deportiva oscila entre 5 y 6 meses. Para la vida cotidiana y laboral está entre el 3 y 4 meses.
- La recuperación completa de la rodilla suele rondar período de un año,
Con este artículo se dan por explicados los conceptos generales de la lesión de ligamento cruzado, en cualquier caso, para cualquier duda, opinión o sugerencia acerca de este u otros temas, “la consulta” sigue abierta.

domingo, 14 de julio de 2013

Músculos del antebrazo
Los músculos del antebrazo se estudian en su cara anterior (flexores y pronadores), en su cara posterior (extensores y supinadores), y en sus diferentes planos.
Músculos de la cara anterior: en el plano superficial hay cinco: pronador redondo, flexor radial del carpo, palmar largo, flexor ulnar del carpo y flexor superficial de los dedos. Hay tres en el plano profundo: flexor común profundo de los dedos, flexor largo del pulgar, pronador cuadrado. En la cara lateral o radial se encuentran: braquiorradial, extensor radial largo del carpo y extensor corto del carpo. (VER TABLA)
Plano superficial: entre éstos se encuentra un grupo que comparte la inserción proximal en el epicóndilo medial (epicondileos).
Pronador redondo:
Es el músculo más lateral de los epicondileos mediales; atraviesa diagonalmente la cara anterior del antebrazo. Su borde lateral forma el límite medial, y junto con el borde medial del braquiorradial forma los límites de un triángulo denominado fosa cubital o fosa del codo. En esta fosa se encuentran el músculo braquial, el supinador, la arterial braquial, y los nervios mediano y radial.
Inserciones: la inserción proximal está dada por dos fascículos; uno de ellos es fuerte y grueso, y sale de la cara lateral del epicóndilo medial. El otro fascículo es delgado y se inserta en la apófisis corónides del ulnar, medial al braquial. Las fibras musculares provenientes de estos fascículos se reúnen y terminan en un tendón fuerte y aplanado que se dirige hacia abajo y afuera, insertándose en la región media de la cara lateral de la diáfisis radial.
Acciones: como su nombre lo indica es pronador del antebrazo y ayuda en la flexión del antebrazo sobre el brazo.
Inervación y vascularización: inervado por el nervio mediano, rama de los troncos secundarios anteriores del plexo braquial proveniente de C6 y C7. Es irrigado por la arteria recurrente de la ulnar anterior y, en ocasiones, por la radial.
Flexor radial del carpo (palmar mayor):
Músculo fusiforme; se encuentra en la cara anterior del antebrazo, hacia medial del pronador redondo y lateral al palmar largo. El tendón de este músculo se visualiza en el tercio distal del antebrazo en su cara anterior, hacia lateral del tendón del palmar largo; entre los dos se referencia el nervio mediano. Además, es el límite medial del canal del pulso.
Inserciones: la inserción proximal es también en el epicóndilo medial del húmero y en la fascia antebraquial. Desde aquí sus fibras se dirigen hacia abajo y afuera para luego penetrar en el conducto del retináculo flexor, medial al tubérculo del trapecio y lateral al túnel del carpo. Su inserción distal la hace en la ranura del trapecio y en la cara anterior de la base del segundo metacarpiano; en ocasiones llega al tercero.
Acciones: flexiona la mano sobre el antebrazo; es abductor de la muñeca y ayuda en la flexión y pronación del antebrazo.
Inervación y vascularización: inervado por el nervio mediano, rama de los troncos secundarios anteriores del plexo braquial proveniente de C6 y C7. Es irrigado por la arteria recurrente de la ulnar anterior y, en la región más distal, por ramas de la arteria radial.
Palmar largo (palmar menor):
Músculo delgado; se encuentra entre el flexor ulnar del carpo y el flexor radial del carpo. En ocasiones es ausente, evento asociado con tipología racial.
Inserciones: su inserción proximal la hace en el epicóndilo medial del húmero y la fascia que lo cubre; de aquí se dirige hacia abajo y lateral a través de un tendón que se continúa con el retináculo flexor y la aponeurosis palmar.
Acciones: flexor de la mano sobre el antebrazo y tensor de la aponeurosis palmar. También ayuda a la protección de vasos y nervios de la mano.
Inervación y vascularización: inervado por el nervio mediano, rama de los troncos secundarios anteriores del plexo braquial proveniente de C7 y C8. Es irrigado por las ramas recurrentes de la arteria ulnar anterior.
Flexor cubital del carpo (cubital anterior):
Músculo fuerte; es el más medial de los epincondileos, tiene una doble inserción proximal a través de dos tendones, entre los cuales discurre el nervio ulnar a nivel del codo (conducto epitrocleo-olécraneano), pasando de posterior hacia anterior. En su inserción distal también se dirige al retináculo flexor, delimitando hacia lateral el canal del Guyon por donde pasan los vasos y el nervio ulnar.
Inserciones: como ya se anotó, tienen dos inserciones proximales, una en la cara medial del epicóndilo medial del húmero, y la otra en el borde medial del olécranon y dos tercios posteriores proximales del ulnar. Distalmente se inserta en el pisiforme, en el gancho del ganchoso y en la base del quinto metacarpiano en su cara anterior, a través del ligamento pisimetacarpiano.
Acciones: flexión de la mano sobre el antebrazo; aducción de la muñeca; estabiliza la articulación de la muñeca y ayuda a la aducción del meñique.
Inervación y vascularización: es inervado por el nervio ulnar proveniente del tronco secundario medial del plexo braquial, ramas de C7 a T1. Es irrigado por la arterial ulnar anterior y sus ramas recurrentes.
Flexor superficial de los dedos:
Músculo con un gran vientre muscular; se inserta próximamente por tres porciones, humeral, ulnar y radial. Distalmente lo hace a través de cuatro tendones en las falanges de los últimos cuatro dedos. Los dos tendones centrales dirigidos a los dedos tercero y cuarto son más superficiales que los otros dos; todos pasan por debajo del retináculo extensor y del túnel del carpo.
Inserciones: las inserciones proximales se dividen en tres; la humeral en el epicóndilo medial y en el ligamento colateral del codo. La ulnar en el borde medial del proceso coronoides y en la tuberosidad del ulnar. La radial en la cara anterior, por debajo de la tuberosidad del radio. Su inserción distal se da por cuatro tendones, cada uno se divide en dos lengüetas que llegan a las caras laterales en la base de las falanges media de los cuatro últimos dedos. La abertura que se forma por la división de estos tendones es denominada quiasma tendinoso (de Camper); por aquí transita el tendón del flexor común profundo de los dedos.
Acciones: flexiona la falanges media de los últimos cuatro dedos sobre la falange proximal; flexiona la falange proximal sobre la mano y la mano sobre el antebrazo.
Inervación y vascularización: inervado por el nervio mediano, rama de los troncos secundarios anteriores del plexo braquial proveniente de C7 a T1. Es irrigado por ramas anteriores de las ulnar y radial.
Plano profundo: entre éstos se encuentran el flexor común profundo de los dedos, el flexor del pulgar y el pronador cuadrado.
Flexor profundo de los dedos:
Músculo voluminoso que, al igual que el superficial, tiene tres inserciones proximales. Tiene cuatro tendones para su inserción distal en los últimos cuatro dedos. En medio de los dos músculos flexores de los dedos pasa la arteria cubital y el nervio mediano.
Inserciones: las inserciones proximales se dividen en tres: la ulnar en la cara y borde anterior, en sus dos tercios proximales; otra porción cara anterior de la membrana ínter ósea; y la última de las proximales en el borde medial y cara anterior del radio por debajo de la tuberosidad de éste. La inserciones distales las hace después de atravesar el quiasma tendinoso, creado por el tendón del flexor superficial, y llega a la base de la falange distal en la cara anterior donde se abre en forma de abanico. Es de anotar que entre los tendones de este músculo se insertan los músculos lumbricales.
Acciones: flexor de la falange distal y ayuda en la flexión de las falanges media y proximal, así como en la flexión de la mano sobre el antebrazo.
Inervación y vascularización: la inervación es compartida entre el mediano y el ulnar. La rama del mediano es la interósea anterior proveniente de C7 a T1 que inerva el segundo y tercer dedo; la rama del ulnar proviene de C8 y T1 que inervan el cuarto y quinto dedo. Es irrigado por la arteria ulnar y ramas interóseas.
Flexor largodel pulgar:
Músculo voluminoso y largo; se dirige del radio al pulgar. En ocasiones presenta un fascículo accesorio de inserción epicondilea y membrana interósea. Pasa por debajo del retináculo flexor y lateral al túnel del carpo.
Inserciones: la inserción proximal la hace en la cara anterior de la diáfisis del radio, desde la tuberosidad radial hasta la inserción del pronador cuadrado. La inserción distal la hace en la base de la falange distal en su cara anterior, donde se abre en forma de abanico.
Acciones: es flexor de la falange distal y ayuda en la proximal. Además, es importante para la función de pinza en la presión del pulgar con el índice. Participa débilmente en la flexión metacarpo-falángica y de la mano.
Inervación y vascularización: inervado por la rama interósea anterior del nervio mediano, provenientes de C8 y T1. Irrigado por la arteria radial.
Pronador cuadrado:
Músculo delgado y cuadrilátero; se encuentra en el tercio distal del antebrazo y es el más profundo de la cara anterior del mismo.
Inserciones: se inserta en el borde del ulnar; de aquí sus fibras se dirigen de forma transversal hacia la cara anterior del radio. Ambas inserciones las hace en las epífisis dístales de este hueso.
Acciones: es pronador del antebrazo y acerca las epífisis dístales del radio y el ulnar.
Inervación y vascularización: es inervado por la rama interósea anterior del nervio mediano proveniente de C8 y T1. Irrigado por la arteria interósea anterior, rama de la ulnar.
Músculos de la cara lateral ó radial: son tres; braquiorradial, extensor radial corto del carpo y extensor radial largo del carpo.
Braquiorradial (húmero-estilo-radial o supinador largo):
Músculo largo y carnoso. Se dirige desde el húmero hasta la apófisis del radio y delimita la fosa cubital hacia lateral. Su tendón, al igual que los extensores radiales, está cruzado por el abductor y extensor corto del pulgar; además, este tendón forma el límite lateral del canal del pulso.
Inserciones: su inserción proximal se da en el tercio inferior, borde lateral del húmero, en un lugar llamado cresta supracondilea lateral y tabique intermuscular lateral. Su inserción distal la hace en la base del proceso estiloides del radio.
Acciones: no cumple ninguna función en la supinación por lo cual ya no se denomina supinador largo. En cambio, sí es flexor del brazo sobre el antebrazo y ayuda a la estabilización de la articulación del codo.
Inervación y vascularización: inervado por el nervio radial proveniente del tronco secundario posterior del plexo braquial, rama de C5 y C6. Irrigado por la arteria radial y sus ramas recurrentes.
Extensor radial largo del carpo (primer radial externo):
Músculo largo y carnoso; se encuentra en el borde lateral del antebrazo, y se extiende desde el húmero hasta el segundo metacarpiano.
Inserciones: su inserción proximal la hace en el tercio inferior, borde lateral del húmero, en un lugar llamado cresta supracondilea lateral, y en el tabique intermuscular por debajo del músculo braquioradial. Su inserción distal la hace en la cara posterior de la base del segundo metacarpiano.
Acciones: extensión de la muñeca, abducción de la muñeca en conjunto con el flexor radial del carpo; también puede ayudar en la flexión del codo.
Inervación y vascularización: inervado por el nervio radial proveniente del tronco secundario posterior del plexo braquial, rama de C5 a C7. Irrigado por la arteria radial anterior, una rama que acompaña al nervio.
Extensor radial corto del carpo (segundo radial externo):
Músculo acintado; se encuentra en la cara lateral del antebrazo y se extiende desde el epicóndilo lateral hasta la base del tercer metacarpiano, pasando por el retináculo extensor.
Inserciones: sus inserciones proximales se dan en el epicóndilo lateral, en el ligamento colateral lateral del codo, en los tabiques intermusculares y en una potente fascia en la cara lateral del antebrazo. Su inserción distal la hace en la cara dorsal del tercer metacarpiano.
Acciones: extensión de la muñeca y abducción de la muñeca en conjunto con el flexor radial del carpo.
Inervación y vascularización: inervado por el nervio radial proveniente del tronco secundario posterior del plexo braquial, rama de C5 a C7. Irrigado por la arteria radial y sus ramas recurrentes.
Músculos de la cara posterior:
Extensor de los dedos, extensor del meñique, extensor ulnar del carpo, supinador, abductor largo del pulgar, extensor largo del pulgar, extensor corto del pulgar y extensor del índice. También se dividen en dos planos. (VER TABLA)
Plano superficial: extensor de los dedos, extensor del meñique, extensor ulnar del carpo.
Extensor de los dedos:
Músculo voluminoso y aplanado, que se divide distalmente en cuatro tendones destinados a los últimos cuatro dedos.
Inserciones: presenta varios puntos de inserción proximal; en el epicóndilo lateral del húmero, en la fascia que lo recubre, y en los tabiques intermusculares que dividen los músculos extensores. Hacia distal se divide en cuatro tendones que pasan por el retináculo extensor; a nivel metacarpiano existen conexiones ínter tendinosas entre éstos y terminan de una manera particular, ya que primero se insertan en la falange proximal; a nivel de la articulación interfalángica proximal se divide en dos láminas tendinosas que pasan lateral a ésta, luego se unen y terminan en la base de la falange distal en la cara posterior de los últimos cuatro dedos. Además, cada tendón recibe expansiones de los músculos lumbricales e interóseos; ésta unión recibe el nombre de expansión extensora.
Acciones: extensor de la falange proximal de los dedos sobre los metacarpos, extensor de la mano sobre el antebrazo, y ayuda a la extensión de las otras falanges en asocio con los interóseos y lumbricales.
Inervación y vascularización: inervado por una rama profunda del nervio radial proveniente del tronco secundario posterior del plexo braquial, rama de C5 a C7. Irrigado por la arteria ínter ósea posterior, rama de la arteria ulnar y en ocasiones de la radial.
Extensor del meñique:
Músculo largo; su tendón atraviesa el retináculo extensor para luego unirse al complejo tendinoso del quinto dedo.
Inserciones: en su extremo proximal se inserta en la cara posterior del epicóndilo lateral, en la fascia que lo recubre y en los tabiques intermusculares; a nivel distal termina fusionándose con la lengüeta del tendón extensor de los dedos, dirigida al meñique. En ocasiones llega sólo a la base de la falange proximal del meñique.
Acciones: extensor del quinto dedo y ayuda en la aproximación del mismo; además, puede colaborar en la extensión de la muñeca.
Inervación y vascularización: inervado por una rama profunda del nervio radial proveniente del tronco secundario posterior del plexo braquial, rama de C5 a C7. Irrigado por la arteria ínter ósea posterior, rama de la arteria ulnar y en ocasiones de la radial.
Extensor ulnar del carpo (cubital posterior):
Músculo fusiforme, plano y alargado; se encuentra en la región posterior del antebrazo hacia medial. Se dirige del húmero hacia el quinto metacarpiano, después de pasar por el retináculo extensor.
Inserciones: su inserción proximal se da en el epicóndilo lateral del húmero, en la fascia que lo recubre y en los tabiques intermusculares; además, en los dos tercios superiores de la cara posterior del ulnar. Pasa por el retináculo extensor y llega hasta la base del quinto metacarpiano en su cara dorsal.
Acciones: extensión de la mano sobre el antebrazo y aducción de la muñeca.
Inervación y vascularización: inervado por una rama profunda del nervio radial proveniente del tronco secundario posterior del plexo braquial, rama de C5 a C7. Irrigado por la arteria ínter ósea posterior, rama de la arteria ulnar y en ocasiones de la radial.
Plano profundo: supinador, abductor largo del pulgar, extensor largo del pulgar, extensor, extensor corto del pulgar y extensor propio del índice.
SUPINADOR (SUPINADOR CORTO):
Músculo que presenta dos láminas con orientaciones diferentes; se encuentra en el tercio superior, cara postero lateral del antebrazo. Se extiende desde el húmero al ulnar (lamina húmero-ulnar) y de aquí al radio (lámina radio-ulnar).
Inserciones: la inserción proximal del fascículo o lámina húmero-ulnar se da en la parte inferior del epicóndilo lateral del húmero, en el ligamento colateral lateral del codo y en el ligamento anular del radio. Este fascículo es el más superficial; sus fibras se dirigen oblicuamente hacia el ulnar llegando al olécranon, donde se convierten en transversales y terminan en la cara anterior del radio, entre la tuberosidad y la inserción del pronador redondo.
Acciones: supinador del antebrazo, función a la cual le da fuerza el bíceps braquial.
Inervación y vascularización: inervado por la rama interósea del nervio radial proveniente del tronco secundario posterior del plexo braquial, rama de C5 a C7. Irrigado por ramas recurrentes radiales y lunares, así como las interóseas anterior y posterior.
Abductor largo del pulgar (separador largo del pulgar):
Músculo fusiforme y plano; se encuentra en la cara posterior del antebrazo, inferior al anconeo y profundo al extensor de los dedos. Junto con el extensor corto del pulgar forma el límite lateral de la tabaquera anatómica, la cual es importante ya que en su fondo transita la rama dorsal de la arteria radial que, a su vez, ayuda a formar el arco arterial dorsal y los tendones de los extensores radiales.
Inserciones: su inserción proximal se da en la cara posterior borde lateral del ulnar, en la membrana interósea, y en la cara posterior borde medial del radio. La inserción distal la hace en la cara superolateral de la base del primer metacarpiano.
Acciones: extensión y abducción del pulgar.
Inervación y vascularización: inervado por una rama profunda del nervio radial proveniente del tronco secundario posterior del plexo braquial, rama de C5 a C7. Irrigado por la arteria ínter ósea posterior, rama de la arteria ulnar y en ocasiones de la radial.
Extensor corto del pulgar:
Músculo delgado y fusiforme; sus fibras oblicuas van del radio a la falange proximal del pulgar. Hace parte del límite lateral de la tabaquera anatómica junto con el abductor largo del pulgar.
Inserciones: se inserta en el tercio medio de la membrana interósea , en la cara posterior y borde medial del radio; desde aquí sus fibras se dirigen de manera oblicua, pasan por el retináculo extensor hasta llegar al primer metacarpiano y a la cara posterior de la base de la falange proximal del pulgar.
Acciones: extensor de la falange proximal del pulgar sobre el primer metacarpiano, y ayuda en la abducción del metacarpiano.
Inervación y vascularización: inervado por una rama profunda del nervio radial proveniente del tronco secundario posterior del plexo braquial, rama de C5 a C7. Irrigado por la arteria ínter ósea posterior, rama de la arteria ulnar y en ocasiones de la radial.
Nota: Los tendones del abductor largo y el extensor corto del pulgar comparten una vaina sinovial, y atraviesan el retináculo extensor; cuando esta vaina se inflama, se produce el Síndrome de Quervain.
Extensor largo del pulgar:
Músculo corto, aplanado y fusiforme; su tendón es el límite medial de la tabaquera anatómica, en cuyo fondo transita la rama dorsal de la arteria radial que ayuda a formar el arco arterial dorsal y los tendones de los extensores radiales.
Inserciones: en el tercio medio de la cara posterior del ulnar y en la membrana interósea; de aquí se dirige de manera oblicua, pasa por el retináculo extensor, se fusiona a la articulación interfalángica, y llega a la cara dorsal de la base de la falange distal del pulgar.
Acciones: extensor de las falanges del pulgar y ayuda en la abducción y extensión de la muñeca.
Inervación y vascularización: inervado por una rama profunda del nervio radial proveniente del tronco secundario posterior del plexo braquial, rama de C5 a C7. Irrigado por la arteria ínter ósea posterior, rama de la arteria ulnar y en ocasiones de la radial.
Extensor del índice:
Músculo pequeño; es el más medial de la capa profunda en la cara posterior del antebrazo. Su tendón se une al complejo extensor dorsal creado por los tendones del extensor de los dedos, en especial con el dirigido al segundo dedo.
Inserciones: se inserta en el tercio distal cara posterior del ulnar y en la porción de la membrana interósea; de aquí se dirige oblicuamente hacia abajo, pasa por el retináculo extensor, y se une al tendón del extensor de los dedos que se dirige al segundo dedo y a la aponeurosis del mismo.
Acciones: extensor de las falanges del dedo índice y ayuda a la extensión de la muñeca.
Inervación y vascularización: inervado por una rama profunda del nervio radial proveniente del tronco secundario posterior del plexo braquial, rama de C5 a C7. Irrigado por la arteria ínter ósea posterior, rama de la arteria ulnar y en ocasiones de la radial.

Tratamiento para el Espolon Calcaneo

XXXLimagenHay muchas causas potenciales de dolor en el área del talón, pero la gran mayoría de casos se deben a la irritación de la inserción de un tejido fuerte (fascia plantar) en el hueso del talón (calcáneo). Este tejido soporta el arco del pie y cuando su inserción de inflama, puede desarrollarse una condición crónica, dolorosa e invalidante. Este síndrome, denominado fascitis plantar, constituye una de las causas más frecuentes de dolor en el pie.
Produce un dolor en la cara plantar del calcáneo producido por la tracción de la fascia plantar sobre el periostio con presencia de espolón calcáneo en las radiografías o sin ella.
Los espolones son probablemente el resultado de tracción o estiramiento excesivos del periostio del calcáneo por la fascia plantar. El pie plano y la contractura del tendón de Aquiles pueden producir espolones calcáneos por el aumento de la tensión en la fascia plantar.
SÍNTOMAS
El síntoma primario de la fascitis plantar es el dolor localizado específicamente en el área de carga de peso del talón. Comúnmente es más severo durante los primeros pasos al levantarse de la cama, disminuye en cierta medida con la actividad por la distensión de la fascia, y reaparece de nuevo tras un periodo de descanso. Rara vez hay inflamación visible, enrojecimiento, u otros cambios aparentes en la piel. Es frecuente entre personas que practican deportes, individuos con sobrepeso, personas con arco elevado o pie plano, y a menudo son mujeres con pies largos y estrechos.
ANATOMÍA
La fascia plantar es un tejido fibroso grueso y tenso situado en la planta del pie que se inserta en el hueso del talón y se despliega hacia delante para anclarse en la base de los dedos. Su sobrecarga puede provocar desgarros en su inserción posterior con inflamación de los tejidos que la rodean incluyendo el hueso. Esto puede originar la aparición de un “espolón”, que aparece en aproximadamente el 50% de los casos. El espolón es un fenómeno secundario y no el origen del dolor.
TRATAMIENTO
Reposo : Utilice el dolor como guía. Disminuya su actividad o ejercicio.
Hielo : El masaje con hielo, preferiblemente un par de veces al día o al menos una vez al final del día. Se puede llenar una pequeña botella de plástico con agua y congelarla. Hacer rodar el talón y el arco del pie sobre la botella durante unos 20 minutos proporciona masaje, estiramiento y frío.
XXXLimagenFisioterapia : La fisioterapia puede ser útil, pero por su coste y gasto de tiempo, se emplea generalmente cuando han fracasado otros métodos de tratamiento. El objetivo inicial de la terapia física es disminuir la inflamación. Más tarde, se pueden potenciar los pequeños músculos del pie para que presten soporte a la fascia plantar debilitada.
Taloneras : Existe una gran variedad de almohadillas para el talón o taloneras, y generalmente son útiles.
XXXLimagenOrtesis (soportes del arco): Las ortesis rígidas, particularmente duras y caras están rara vez indicadas. Los soportes blandos, con una almohadilla en el talón son los más eficaces y baratos. Están especialmente indicados en individuos con pie plano o con pronación del antepié.
XXXLimagenCalzado : Los calzados con tacón blando y amplio, y con suela relativamente rígida proporcionan la máxima comodidad y protección. El calzado deportivo es recomendable.
XXXLimagenEsparadrapo : La aplicación de tiras de esparadrapo en toda la longitud de la fascia plantar puede ser muy eficaz, especialmente para el dolor agudo y la actividad deportiva. Al principio debe aplicarse a diario.
XXXLimagenFérulas nocturnas : Las férulas nocturnas mantienen el pie extendido a nivel del tobillo, y son un método eficaz de tratamiento. Algunas férulas son bastante caras, pero hay alternativas en fibra de vidrio a un precio razonable.
Yesos : En casos extremadamente agudos o resistentes, la colocación de un yeso de marcha corto durante tres a seis semanas aliviará y ocasionalmente solucionará el problema.
XXXLimagenFármacos : Los analgésicos antiinflamatorios orales proporcionan alivio a muchos pacientes. Las inyecciones de corticoides y anestésicos locales pueden ser muy eficaces en casos resistentes. Deben ser administradas por un médico experimentado en esta técnica.
XXXLimagenCirugía : Rara vez está indicada. Sin embargo, tras 6 a 12 meses de tratamiento conservador, una liberación quirúrgica parcial de la fascia plantar puede estar indicada. La recuperación tras la intervención generalmente es lenta, a menudo no produce una curación completa, y tiene algunas complicaciones potenciales.