domingo, 26 de mayo de 2013


Definición

La epitrocleitis, epicondilitis medial o "codo de golfista" es una patología que se caracteriza por dolor en la cara interna del codo, sobre la epitróclea (prominencia ósea en la región interna del extremo distal del húmero), debido al sobreuso o estrés repetitivo de la inserción muscular en esta zona.
La epitrocleitis es siete a diez veces menos frecuente que la epicondilitis lateral o "codo de tenista". Ocurre generalmente entre la cuarta y quinta década de la vida, afecta principalmente a la extremidad dominante y no existirían diferencias por sexo.
Si bien es común que se presente en algunos deportes como el golf y el tenis, también puede aparecer en trabajadores manuales como digitadores o carpinteros, quienes realizan movimientos de antebrazo, muñeca y mano en forma repetitiva.
 
Pantalla Completa

Epitrocleitis o Codo de Golfista

La epitrocleitis es siete a diez veces menos frecuente que la epicondilitis lateral o "codo de tenista". Ocurre generalmente entre la cuarta y quinta década de la vida, afecta principalmente a la extremidad dominante y no existirían diferencias por sexo.

¿Por qué se produce?

La epitróclea es el origen común del grupo muscular encargado de flectar la muñeca y los dedos y de pronar el antebrazo (dejar la palma de la mano mirando hacia abajo). En esta zona se produciría la lesión, específicamente en el origen del músculo pronador redondo y flexor radial del carpo. Sin embargo, el resto del grupo muscular también podría verse afectado. La causa principal sería el sobreuso o estrés repetitivo en esta región músculo-tendinosa, en la cual se iniciaría un proceso inflamatorio que evolucionaría a una degeneración tendinosa caracterizada por micro roturas tendíneas y una respuesta reparativa fallida.
Esta patología se ha asociado a actividades repetitivas que involucran flexión de muñeca y pronación del antebrazo. En deportes, el mal equipamiento y técnica deportiva inapropiada serían una de sus principales causas. En el golf, por ejemplo, se produciría por una inadecuada técnica de golpe o agarre incorrecto de los palos. En el tenis, durante el servicio (fase de aceleración), golpe de derecha con mucho top spin, por el uso de una empuñadura (grip) de tamaño incorrecto, por una gran tensión de las cuerdas o por el uso de una raqueta demasiado pesada o pequeña. Otras disciplinas a las que se ha asociado esta patología son el remo y deportes de lanzamiento como la jabalina.

Síntomas

Los pacientes refieren dolor en la región interna del codo, el cual empeora al realizar flexión de muñeca y pronación del antebrazo contra resistencia. En ocasiones, el dolor puede irradiarse al antebrazo y cuando existe dolor crónico, se puede agregar debilidad al empuñar la mano u objetos.
En atletas el dolor se puede presentar en la fase de aceleración del lanzamiento, por ejemplo, durante el servicio en el tenis o al lanzar la jabalina.

Diagnóstico

Luego de realizar la historia clínica y examen físico, incluyendo pruebas específicas para evaluar el grupo muscular epitroclear, se procede a solicitar exámenes que ayuden a confirmar el diagnóstico.
Es importante descartar otras causas frecuentes de dolor interno de codo como la inestabilidad medial en atletas que practican deportes de lanzamiento o la neuropatía por atrapamiento del nervio cubital.
Dentro de los exámenes de imágenes a solicitar están:
Radiografías: Generalmente son normales, sin embargo, entre el 20 y 30% de los pacientes pueden presentar calcificaciones adyacentes a la epitróclea. Además permiten descartar otras patologías.

Ecografía musculoesquelética: Permite evaluar la articulación y tejidos blandos como tendones, ligamentos y nervios alrededor del codo. En forma dinámica, permite comparar con el lado contralateral (sano) y es útil para evaluar los ligamentos en atletas que practican deportes de lanzamiento.

Resonancia magnética: Como complemento a la anterior o ante duda diagnóstica es de gran utilidad. Permite evaluar lesiones de tejidos blandos y osteoarticulares como lesiones ligamentosas en deportistas lanzadores, lesiones osteocondrales, fracturas de estrés y patología intraarticular entre otras.

Tratamiento

El tratamiento es principalmente no quirúrgico y tiene como objetivo aliviar el dolor, reducir la inflamación y lograr el retorno a las actividades normales y/o deportivas. Es exitoso entre el 85 y 90 por ciento de los casos, sin embargo, existiría cerca de un 5-15% de recurrencia de síntomas debido principalmente a una rehabilitación incompleta o por el no cumplimiento de las medidas preventivas.
Este tratamiento consiste en evitar o modificar las actividades que producen síntomas, además del uso de medicamentos antiinflamatorios, kinesiterapia, uso de hielo local por 15 a 20 minutos después de realizar actividades y en ocasiones, una órtesis de codo, que puede ayudar a disminuir el dolor al realizar ciertas actividades con la extremidad afectada. Otra alternativa de tratamiento conservador es la infiltración local de corticoides, lo cual permite aliviar los síntomas al menos en el corto o mediano plazo.
Si el tratamiento conservador al cabo de tres a seis meses fracasa, y si se han descartado otras causas de dolor de codo, podría considerarse el tratamiento quirúrgico como alternativa. Varias técnicas han sido descritas, muchas de las cuales consisten en liberación del origen muscular y resección del tejido patológico. Tiene un éxito cercano al 80%, sin embargo, existen potenciales complicaciones como lesión del nervio cubital, especialmente con técnicas mínimamente invasivas como la artroscópica.
El retorno completo a las actividades o deporte luego de la cirugía ocurre habitualmente entre los cuatro a seis meses.
Otras alternativas de tratamiento menos frecuentes de utilizar y que están en continuo estudio son la infiltración local de factores de crecimiento plaquetario, uso de ondas de choque extracorpóreas, infiltración local de toxina botulínica y el uso de terapia láser de baja intensidad.

Prevención

Se debe realizar un adecuado calentamiento y elongación antes de realizar actividades manuales o deportivas. Además, al terminarlas se debe nuevamente elongar para mantener la flexibilidad. A su vez, es importante mantener un plan de ejercicios de fortalecimiento de la musculatura del antebrazo.
Finalmente, los factores preventivos más importantes a considerar en la práctica deportiva son la técnica correcta y el equipamiento adecuado

No hay comentarios:

Publicar un comentario