Generalidades
Constituyen un heterogéneo grupo de entidades que aparecen como consecuencia del compromiso local o regional de las bolsas serosas.
Las bolsas serosas del organismo son cavidades revestidas de sinovial, localizadas preferentemente en zonas de apoyo o de roce, entre los músculos o entre éstos y una prominencia ósea.
Pueden sufrir una reacción inflamatoria como consecuencia de un traumatismo, de un depósito de microcristales o de una colonización por parte de un microorganismo; asimismo, las bursitis pueden aparecer en el curso clínico de enfermedades inflamatorias sistémicas como la artritis reumatoide.
El signo clínico más característico es la presencia de una tumefacción esférica, bien delimitada, fluctuante y por lo general adherida a los planos profundos; la tumefacción es menos aparente cuando se afectan las bolsas más profundas.
La intensidad del cuadro álgico es variable y en gran medida dependiente de la etiología.
Las bolsas serosas del organismo son cavidades revestidas de sinovial, localizadas preferentemente en zonas de apoyo o de roce, entre los músculos o entre éstos y una prominencia ósea.
Pueden sufrir una reacción inflamatoria como consecuencia de un traumatismo, de un depósito de microcristales o de una colonización por parte de un microorganismo; asimismo, las bursitis pueden aparecer en el curso clínico de enfermedades inflamatorias sistémicas como la artritis reumatoide.
El signo clínico más característico es la presencia de una tumefacción esférica, bien delimitada, fluctuante y por lo general adherida a los planos profundos; la tumefacción es menos aparente cuando se afectan las bolsas más profundas.
La intensidad del cuadro álgico es variable y en gran medida dependiente de la etiología.
Causas
Bursitis en general
La inflamación de una bursa puede obedecer a diferentes causas, tales como traumatismo, fricción crónica (sobreuso),depósitos de cristales (gota y pseudogota), infección, y enfermedades sistémicas como artritis reumatoide, espondilitis anquilopoyética, artritis psoriásica, esclerodermia, lupus eritematoso sistémico, pancreatitis, enfermedad de Whipple, oxalosis, osteopatía hipertrófica pulmonar, y síndrome hipereosinofílico idiopático.
Se ha descrito una asociación entre los reumatismos de tejidos blandos (bursitis, tendinitis, fascitis, fibromialgia) y hipermovilidad generalizada. La bursitis es común en la gota. Hay caso en que la bursitis prepatelar es el único rasgo presente de tofos gotosos en pacientes normouricémicos. En alguno de estos casos, el diagnóstico no fue hecho hasta después de tres análisis del del liquido de la bolsa.
Bursitis infecciosa y séptica
Un gran número de microorganismos pueden causar infección en la bursa, incluyendo bacterias, micobacterias (tuberculosas y no tuberculosas) y hongos (especialmente Cándidas). Sin embargo el Staphylococcus aureus es el más frecuente que causa infecciones en las bursas.
Hay factores individuales que predisponen a la infección: diabetes, tratamiento con esteroides, uremia, alcoholismo y traumatismos.
Aproximadamente el 85% de los casos de bursitis séptica superficial ocurre en hombres.
Los pacientes inmunocomprometidos no parecen tener gran riesgo de sufrir una bursitis séptica, no obstante su presentación puede ser más dramática y el tratamiento durar el triple de tiempo para curarse.
Los microorganismos que más frecuentemente provocan infección después de lesiones traumáticas o celulitis de la piel por sobreuso, con bacteriemia demostrada supone menos del 8% de los casos.
La bursitis séptica es menos frecuente en niños que en adultos; no obstante, la bursitis prepatelar infecciosa predomina con diferencia en niños. Esto puede ser debido a la alta incidencia de traumatismos de la rodilla que evolucionan a bursitis.
Los signos clínicos que favorecen el diagnóstico de bursitis séptica sobre la no séptica son:
- Fiebre (40% vs ausente)
- Calor en la bursa ( siempre vs 50%)
- Hipersensibilidad (generalmente presente y más severa vs variable)
- Celulitis peribursal (>60% vs 50%)
- Los casos sépticos no son diagnosticados en base a rasgos clínicos solamente
Clínica
- Historia de movimientos repetidos.
- Dolor con la movilización
- Disminución del rango de movimiento
- Edemas
- Historia de enfermedades inflamatorias.
Tratamiento
Tratamiento conservador
- Reposo y antiinflamatorios no esteroideos son la primera línea de tratamiento.
- Frío local durante 10 minutos, con cuidado de no producirse quemaduras.
- Ultrasonidos.
- Electroterapia
- Ejercicios de rehabilitación según localización.
- Hay que evitar en los pacientes mayores con bursitis crónica la atrofia muscular por desuso.
- Corregir la obesidad en caso que la haya.
Tratamiento quirúrgico
En caso de que falle el tratamiento conservador, está indicada la resección quirúrgica de la bursitis.
Otros tratamientos
- Inyección intrabursa de una mezcal de corticoide y anestésico local es una segunda línea de tratamiento. Hay que tener la precaución de no inyectar en el tendón, ya que puede provocar la rotura tendinosa. Los pacientes que no responden a la primera inyección raramente responden a las siguientes inyecciones.
- Inyecciones locales de ozono. Son útiles en el tratamiento de la bursitis y no tienen efectos secundarios ni riesgo de rotura tendinosa.
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